PABLO CAÑO
Ya está, se acabó la maldición. Por primera vez en los últimos siete años el Real Madrid selló su pase a cuartos de final de la Liga de Campeones y lo hizo además de una manera contundente, venciendo 3-0 a la que ha sido su bestia negra las últimas temporadas: el Olympique de Lyon. Ahora el Madrid fija su objetivo en la final de Wembley, pero el camino, se antoja complicado. El sorteo celebrado esta mañana ha emparejado al conjunto blanco con el Tottenham Hotspur, equipo que está siendo hasta ahora la revelación del fútbol inglés y que ya ha ganado en esta competición a Milán e Inter. Y si esto no es una empresa fácil, menos lo es aún su posible rival en semifinales, donde la historia y las matemáticas hacen prever un histórico Real Madrid – F.C Barcelona. Si al final se diera este enfrentamiento, tendríamos por segunda vez en la historia cuatro apasionantes derbis en menos de un mes. La anterior ocasión tuvo lugar en 1916 y fraguó la histórica rivalidad entre estos dos gigantes europeos.
Ozil y Benzema celebran un gol CC/ Flicker |
El Madrid no lo va a tener nada fácil. Los cuartos de final le llegarán en medio de la etapa reina en la lucha por la liga, justo antes de la visita del Barcelona y antes de la complicada salida a Bilbao. Además, entre medias se disputará la trascendental final de la Copa del Rey. Abril será por lo tanto un mes de todo o nada para el equipo merengue. Mourinho, sabe que si la cosa sale mal, ya no valdrán más excusas. El público del Bernabéu está de momento a muerte con el portugués, pero si el Madrid llega a mayo sin ningún objetivo, nadie puede garantizar la continuidad del luso la próxima temporada.
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