El ministro del Interior y vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, ingresaba el pasado domingo día seis en el hospital público Gregorio Marañón de Madrid a causa de un "un cuadro febril secundario a infección urinaria". El ministro, que ya ha abandonado la UCI, ha abierto un enorme debate en torno a la sucesión de su partido. Este debate se ha visto incrementado con las reuniones entre Zapatero y José Bono y la cancelación del acto previsto para el día 3 de abril en Vistalegre.
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| Rubalcaba CC/ http://28opiniones.blogspot.com/ |
La partido socialista de Madrid niega la mayor y no vincula el aplazamiento del acto de Vistalegre a la debilitada posición del presidente. Según el Secretario General del Partido Socialista de Madrid, Tomás Gómez, Zapatero estará "en todas las regiones", incluida claro, la capital. Además el aspirante a la Comunidad ha escudado al presidente del Gobierno diciendo que la suspensión es simplemente una "decisión estratégica". Pero parece evidente el miedo que existe en el partido socialista a que la pobre imagen de José Luis Rodríguez Zapatero debilite las aspiraciones políticas de los dirigentes autonómicos y regionales de cara a las próximas elecciones del día 22 de mayo.
En esta situación de desgaste permanente que vive el presidente del Gobierno, resulta evidente que la figura de Rubalcaba se ha convertido en esencial para sofocar fuegos y calmar tempestades. El vicepresidente se ha convertido en la cabeza visible del partido y sus decisiones abarcan todos los terrenos. A Zapatero le preocupa que su baja le sobreexponga ante los medios y eso es ahora lo que menos necesita su partido. El PSOE vive pendiente de la salud de Rubalcaba.
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