España se jugará su clasificación, casi matemática, para la próxima Eurocopa del año 2012, que se disputa en Polonia y Ucrania, en un campo indigno para este tipo de citas. El césped, por llamarlo de alguna manera de Kaunas (Lituania), es un auténtico patatal en el que los internacionales corren un gran riesgo de lesionarse y cualquier percance a estas alturas de temporada se paga.
Lo curioso de la situación es que, el pasado viernes, el combinado lituano disputó un encuentro amistoso ante la selección de Polonia, agravando así el pésimo estado de un terreno de juego en el que es casi imposible jugar al fútbol. "Ni en juveniles hemos jugado en un campo así", reconocían los internacionales, aunque se mostraron partidarios a disputar el choque.
El árbitro del encuentro, el francés Laurent Duhamel, será el que inspeccione el campo antes del encuentro y decida si se juega o no. Las opciones de un posible aplazamiento son casi nulas, ya que no hay casi fechas en el calendario y sólo una hecatombe autorizaría al colegiado a suspender un encuentro. Lo mejor, que España gane y no haya lesiones.
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